
El Kung Fu en sí no es un arte marcial ni un sistema de combate. Es una palabra que viene de la unión del término "Kung" y "Fu", lo que se traduce como Trabajo Duro. El trabajo al que se refieren tampoco es un aspecto físico, no totalmente. Si no a la ideología de la maestría que se adquiere en cualquier acción mediante el trabajo duro y constante. Este Kung Fu no solo ha de ser marcial, puede ser el trazo de un pintor, la forma de expresar de un poeta o el simple tajo de un carnicero que repite el mismo acto día tras día.
Aprecio el Kung Fu sobre cualquier otro sistema debido a que son los antecesores por excelencia, y sobre todo de la forma que nacieron casi todas sus principales ramas, de la observación al ser humano, los animales, los elementos, los cambios e incluso las polaridades opuestas.
Por poner un ejemplo podríamos poner el Taichi Chuan Kung Fu, de cual se dice nació de la observación del combate entre una serpiente y pájaro. Cuando el ave lanza su picotazo, la serpiente se desliza hacia atrás y alza su cabeza. Cuando el ave vuelve a atacar, ésta lanza su feroz mordida venenosa que paraliza al pájaro y lo hace sucumbir ante ella.
Un luchador de Taichi combate igual, cuando el agresor ataca se mueve junto con su fuerza y contraataca al rival con un rápido, preciso y potente golpe que lo neutraliza.
El Kung Fu se puede separar o clasificar principalmente de dos formas, en métodos duros y en métodos blandos. Los primeros entrenan mas el aspecto exterior; la fuerza, el contacto. Mientras que los blandos se centran mas en aspectos interiores como el equilibrio, la suavidad, o el control.
Pero no por eso un estilo es mas poderoso que otro, un toque bien dado puede ser tan letal como el mayor de los puñetazos que se pueda dar. Todo tiene su forma y su manera de aplicarse.
Una técnica de Kung Fu puede nacer de cualquier movimiento. Desde el amasamiento del pan hasta la forma de hacer sonar un tambor. Véase la película "Las 36 cámaras de Shaolin", dónde nuestro protagonista, en la construcción de la nueva cámara, mientras ata cuerdas de bambú a un tronco empieza a deducir que esos movimientos los podía aplicar frente a un puño que le atacase.
Conclusión...el Kung Fu nace y muere en cada momento, podemos aplicarlo o dejarlo correr. Yo elijo ver bien tras mis dos ojos, unirlo a mi ser y expandirlo mediante mis manos. Mi voz jamás dejará su existencia, pues mi alma se unirá a cada uno de mis actos, sin remordimientos...
Por mí y por quienes desean aprenderlo, almas de dragón encarnadas en materia humana...
Gu Long Kung Fu~
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