Y suele pasar que hay veces al debatir que no te entienden como esperabas y tienes que iniciar una "guerra" por la comprensión. Esto se dificulta según sea el estado mental de las personas, el debate y los factores que en él se encuentran. Pero todo es analizable y todo puede ser tratado, vayamos a ello. La lucha de ideas existe desde que dos personas compartieron pensamientos diferentes y contradictorios. Pero ello no quita que puedan unirse por un objetivo común, todo depende del orgullo y la capacidad de visión de futuro en cada uno.
Sin embargo ese no es el tema a tratar, sino el conflicto que causa cuando el mensaje, acción y otra cosa ejercida por una persona es mal entendida y agredida después por la falta de comprensión y entendimiento.
Aquí hay dos bandos principales, bando emisor y bando receptor. Y aunque el problema lo tenga el receptor, la culpa podría ser facilmente para el emisor.
El Emisor puede errar de varias maneras, las mas importantes a nombrar son:
1º- Legibilidad del mensaje: Esto es un aspecto muy general ya que trata las palabras, léxico y formas de redacción de dicho mensaje. Suele ser el primer factor en caer cuando se origina una disputa por mal entendidos.
2º- Expresión del mensaje: La forma de decir las cosas, las frases utilizadas, tonos, etc... Porque todos sabemos que un simple "Hola, ¿Qué tal?" puede ser muy ofensivo si se dice sarcásticamente o en un tono que inspire sospecha u algún tipo de reacción negativa.
3º- Finalidad del mensaje: La intención del mismo ha de ser clara desde un principio. Si se empiezan a unir varios fines en un mismo texto o conversación sin establecer puntos de cierre para cada tema en concreto el resultado es un autentico caos. Quizás no sea el mas importante, pero si el mas dañino y confuso, lo que acarrea mas problemas a la larga.
El receptor cumple la principal errata de no pararse a entender bien el mensaje, no procesarlo.Y como consecuencia de tal rápida actitud, acaba errando de nuevo al actuar de forma inconsciente. Sin haber asegurado el terreno de lucha. Esto es lo que hace el mal entendimiento de una persona y la sencilla tendencia a recurrir de algunos actos como Juzgar, Afirmar o Difamar.
Pero cuando se da tal caso, lo que menos debe hacer el emisor es dejarse llevar por los nervios o tomar una actitud violenta. Pues entonces no quedaría mas opción que el enfado, que peor aun podría ser el contacto físico.
Las cosas duras hay que tomarlas con calma y suavidad, sin fluir con la misma energía que emana del bando opuesto. Cabe siempre recordar que la principal meta es darte a entender correctamente para que luego te puedan juzgar de manera justa y precisa. Sin trasfondos ni penumbras, hay que disipar la niebla.
Pero claro, no todo es tan sencillo. Puede que no te encuentres en la misma condición de medios para hacerlo que el bando receptor. Ya sea por falta de material, imposibilidad temporal u otro acontecimiento problematico para tu defensa.
He ahí que debe prevalecer la inteligencia por encima de todas las cosas. Una persona inteligente no baila con las tormentas ni las usa para despejar el cielo. El negro crea negro y la lucha entre colores oscuros es un bucle de ceguera y perdición. Usen la lógica.
Cada oportunidad de solucionar las cosas debe ser aprovechada, que no venza la falta de energía o el cansancio mental. El mensaje debe ser rápido, preciso y con una intención clara. Porque hasta la bestia mas furiosa puede ser convencida si tus propósitos son favorable para ambos.
Valor y rectitud, combate el miedo~
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