
La mayoría de los seres vivos nos movemos pendientes del Sol. Hemos organizado nuestras vidas junto con su tiempo de luz y perseguido incesablemente la forma de conseguir otras fuentes luminosas que nos aportase la misma sensación. Pero en el fondo, sabemos que es casi totalmente imposible equivaler al Sol.
Te levantas una mañana como otra entre penumbras que son despejadas por los primeros rayos del día. De repente la multitud se levanta y hacen comenzar un ciclo de acción y sonido que medio te obliga a encender tu mente conectarte con el resto. Como ya dije, "somos empujados por una gran ola", que es guiada por un anillo de luz y calor.
La sensación al despertar y hallarte dentro de una esfera de luz es placentera, tus ojos se resienten hasta que terminas de amanecer y bostezas. Sientes como el viento en tu piel de acaricia y eres arropado agradablemente por los rayos solares.
Cuando paseo, patinando o andando, tiendo a mirar al cielo y observar al Sol ahí pendiente de la nada y emanando ese aura tan especial. Con nubes, desde cristales, tras la lluvia, siempre... nada mas retavilizador que su presencia allá en lo alto. No se si por simpatizar con el rastafaraismo, pero renueva el alma.
Dejo una canción de Matisyahu, Jerusalem.
http://www.youtube.com/watch?v=3-C74ovvhwY&feature=relmfu
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