20 mar 2011

Pasado; mirar atrás jamás, retroceder nunca.

Miramos al pasado y automaticamente dibujamos un gesto triste en nuestro rostro. Pensamos en todo lo que pudimos cambiar, mejorar o no debimos hacer en su momento. Pero no creo que la solución ante esa reacción sea llorar, veo mas saludable aceptar el ayer y sonreirle al mañana.

Recuerdo muchas cosas, cosas de las que me podría arrepentir y que sin embargo aún no lo he hecho. Como todos yo he cometido errores a lo largo de mis 19 años de vida. Errores que podría haber evitado, solucionado o al menos haber errado de una manera menos dañina.
Pero de nada sirve el sentimiento de culpa, al fin y al cabo la vida es una quimera que no para de cambiar, girar y hacernos evolucionar a nosotros con ella.

Tengo siempre en mente que debemos aprender de nuestros errores, yo aprendo de los mios y de los que veo cometer al resto de mortales que me rodean. Soy de los que en vez de buscar la solución al problema mas bien intentan algo nuevo que solucione ese problema sin tener que centrarse en él, es decir, yo no me arrepiento de nada que hice porque se que después de todo hago algo que lo recompensa.

Vivir en el pasado es de débiles, es de estúpidos, es de llorones...Vivir el presente es seguir viendo puertas y ventanas donde otros no las ven. ¿Pierdes algo, te quitan algo, te falta algo que tenias y ya no? Entonces olvidate de ello y sigue avanzando, incluso si no ves nada hacia lo que avanzar. Supongo que en el fondo se trata de un acto de fe, caminar hacia lo que no ves, aproximarte a lo que desconoces. Pero es que eso es vivir la vida.

Muchas veces nuestra meta está tan lejos que no la vemos y nos desanimamos en seguir luchando. Por esta razón debemos proponernos puntos de control y descubrir la infinidad de caminos que existen hasta ella.
Deja de mirar atrás, la senda recorrida mañana será arena. Nosotros debemos seguir un objetivo, el de alcanzar nuestras estrellas.

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