5 dic 2011

Conocer al YO; Conocer el TODO.

Me siento muy feliz, me siento genial por este momento. Ahora que he aprendido a sonreir y he dejado los miedos a un lado, justo cuando he tocado el fondo del pozo. Y todo por un gran encuentro, que quizás debiese nombrar "Reencuentro" y no un simple hallazgo. Pero no importa, ahora lo cierto es que he dado con la base de la espiral que me obligó a dejar este blog por un tiempo. La base que hizo mi persona, la base del YO.






Y es que el YO es el mas valioso conocimiento, el placer de saber quien,como y porque somos de una determinada manera. El poder para comprender la esencia, la clave para dominar el entendimiento.
¿Quién no ha recordado su infancia y ha recordado con certeza como uno se esforzaba por conocer el mundo que le rodea y se olvidaba de su persona? Es tan sencillo, no hay mayor fuerza mas de la que llevamos dentro.

El tiempo es un factor que nos mella y nos crea oportunidades, grietas y extensiones de nuestra forma original. Y cuanto mas se crece mas se fortalece uno, siempre y cuando uno sepa aprovechar el conocimiento fortuito de la experiencia. Los deseos, los gustos, los miedos, las preocupaciones, los medios... todo cambia a nuestro alrededor y, aún mas importante, cambia en nuestro ser.
El tiempo tambien hace referencia a la evolución, pero la evolución es algo que debe saber usarse. Porque no estar preparados en el momento natural de los cambios solo conlleva al desánimo y a la falta de alentación, todo requiere su tiempo y su nivel de conocimientos para obtener unos resultados adecuados.

Es ahí donde pienso que no hay mayor solución al miedo hacia la incertidumbre que la máxima seguridad en uno mismo, confiar en uno mismo, quererse a uno mismo... Abrir el mapa cronológico de tus recuerdos y hacer un viaje por tus años mas remotos, para toparse finalmente con el tesoro mas preciado...la Esencia.

Una persona que no se conoce, que duda de sus elecciones, que pierde la credibilidad de sus propios actos jamás podrá alcanzar a entender el mundo que le rodea, a hacer uso de su entorno, a creer en quienes se cruzan en su camino y peor... a sacar provecho de ese tiempo perdido. Quien no duda de sí mismo no tiene razón para temer dar el paso en cualquier acto, en exhibirse de cara al público, para afrontar la crítica y las acciones opuestas. Porque esa persona se acepta, comprende que él es su único rempresentante y no debe temer por como le entienda. No importa como se lanze la flecha o desde que angulo lo veas si en definitiva la flecha sale sin miedo y acierta en su diana, no importan las consecuencias para quien no duda al hacer escena.
Esa es la gran importancia de conocerse a sí mismo y aceptarnos; porque asi dominamos al YO, que es quien definitivamente nos traslada por este gran mundo del TODO.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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