8 may 2011

La Competición, evolución personal.

La vida es una cuesta que hay que subir, hay veces en las que el camino es limpio y otras en las que el suelo está lleno de trampas. Y en ella encontramos pasiones y motivos por los que luchar, ya sea un ideal, deporte u otros... La competición es parte de todo aquello en lo que uno quiera progresar, y como no, se necesitan rivales para ello.

Pienso que escribo estas líneas debido a mi experiencia mas reciente, la competición deportiva dentro de varios aspectos en mi vida. Pero hay mucho que sacar y reflexionar sobre esto. Es momento de comenzar...


Mas allá de uno mismo existen los demás. Y los demás son personas con sus propias metas, que de forma inconsciente o consciente pueden coincidir con las tuyas. He ahí donde comienza la competitividad del ser humano. El afán de superarse, mejorar y medirse con otros. No lo podemos ignorar.
Sabemos de sobra que la lucha es un incinerante básico del fuego que aviva las llamas de nuestras ganas por vivir. Porque vivir es seguir un camino en busca de gloria y placer, el cual está bien defendido por una infinidad de problemas y obstáculos. ¿Y sabes qué? Dicen que tras el mas infranqueable muro se halla la felicidad.

Pero claro, el muro no es solo tuyo. Sus extremos no conocen límite. Cualquiera puede venir e intentar saltar antes que tú. La cuestión está en conseguirlo antes que lo demás y una vez bajo tu posesión debes defenderlo y guardarlo el máximo tiempo posible.
Que es ahí donde se presenta otro problema, el qué hacer cuando pierdes tu objetivo y se han adueñado de él, porque obviamente, son mejores que tú y te superan.
Es mas fácil de lo que parece. Tan solo debes plantearte si por lo que luchas te vale realmente la pena a nivel personal. Si es así, sigue compitiendo. Recuerda que antes que la meta está la mejora y la evolución de uno mismo en todos los campos, físico y mental. Alimenta tu espíritu.

Una vez con el objetivo en mente debes ver cuantas vallas te cortan el paso hacia tu meta, vallas que poco a poco deberás superar. Algunas de ellas serán meros baches en el asfalto, pero habrá otras para las que necesites prepararte. Es decir, nunca es cuestión del rival sino de tu esfuerzo, preparación y sobre todo, la determinación de la que dispongas. El buen guerrero no culpa al resto, se mide con uno mismo.

Eso si, no debemos dejar pasar por alto las injusticias que presentan la vida. Hay momentos en los que te encontrarás dificultades en las que tus índices de victoria no superará el 1%.  Pero para ello existe tu inteligencia y la estrategia, no todo se combate de forma directa.
Analizar la causa del problema mejora tu entendimiento sobre el mismo, lo que te lleva a conocer los distintos enfoques del asunto y así visionar mejor sus puntos débiles.
Cuando el enemigo es mas fuerte que tú solo queda optar por aprovechar sus errores, la ayuda o huir cual cobarde a su débil madriguera.

Hay varias formas de competir, algunas personas elijen superar a alguien. Otras personas prefieren alcanzar una meta específica, y otras como yo no tienen meta ni rival. Porque nuestro único deseo es superarnos a nosotros mismos, renacer de forma infinita y jamas dejarnos vencer por el camino fácil.

Así que una vez mas, "Strong Will Continue".

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